La red que cambia la percepción del mundo

Internet es un caldo de cultivo excelente para probar cualquier innovación periodística. En estas últimas semanas hemos asistido a una nueva estrategia por parte de periodistadigital.com (PD), como sistema para captar la atención de los lectores, se trata de utilizar la tecnología de los Enlaces Profundos. Para aquellos no familiarizados con la idea, se trata de visualizar páginas a las que no se puede llegar sin pasar antes por caja. Mientras que hace un tiempo la moda era los contenidos gratuitos, ahora, una vez habituados los usuarios, algunos están empezando a devenir de pago, un ejemplo de ello en España sería los diarios El Mundo y El País que antes se podían consultar de forma gratuita y ahora hace falta pagar para poder leerlos. El Periodista Digital empezó a mostrar a través de su página, enlaces que permitían alcanzar esos contenidos, sin tener que pagar un duro por leerlos. El Mundo y El País amenazaron entonces con acciones judiciales si PD no dejaba de hacerlo de inmediato. La polémica estaba servida, ya que PD argumentaba que sólo enlazaba, sin ocultar en ningún momento que el contenido mostrado pertenecía a sus autores y en las páginas de sus lugares originales, sin copiar absolutamente nada. Los dos diarios creían por el contrario que Periodista Digital no tenía ningún derecho a enlazarlas por ser contenidos de pago.

Como se puede ver es una nueva vuelta de tuerca en torno a los derechos de autoría y publicación, o hablando más claramente de los derechos de propiedad y económicos. Internet entendida como banco de pruebas ha permitido que algunas costumbres ¿deshonestas? se asienten cómodamente en nuestras pantallas. Los tres en el ámbito que nos ocupa son:


1/ La copia de textos y suplantación de autoría. El mejor ejemplo seríamos nosotros en BEM, algunos de nuestros textos (noticias), son copiados (literalmente) sin mencionar sus autores y sus propietarios (ósea sin citarnos como fuente) por otras sedes web de parecidos contenidos.


2/ La copia de textos sin suplantación de autoría, aunque sin pedir permiso para su publicación. De este ejemplo hay miles de casos, sino decenas de miles. Yo mismo si me busco en Google, encuentro textos míos en Sedes WEB y nunca dí a sus propietarios permiso alguno para publicarlos.


3/ El Enlace Profundo, una simple pulsación de nuestro ratón nos lleva a páginas a las que no podríamos acceder si no pagamos antes. El ejemplo más claro era el Boletín Confidencial del Periodista Digital.

Si bien una mayoría amplia estará de acuerdo en la absoluta deshonestidad de la práctica número 1, serán algunos menos aquellos que piensen que la segunda práctica es tan deshonesta como la primera. La tercera acción en cambio, la práctica de los Enlaces Profundos, conlleva algunos aspectos nuevos a considerar, por un lado la libertad de alcanzar la información sin suplantación de su autoría, ni de edición, ni de propiedad (ya que se entra en las páginas de la fuente original y por tanto de sus autores) y por otra los derechos legítimos de aquellos que plantean esa información como un negocio. Internet como banco de pruebas puede ser el lugar ideal para experimentar ambas propuestas. El mundo cambiante de la Red, nos ofrece cada día más alternativas que hacen que las bases legales de derechos de autor, edición y publicación, en las que nos asentábamos hace apenas una década, se debiliten, o deban replantearse a la luz de las nuevas tecnologías.

Por el momento Periodista Digital ha dejado de realizar Enlaces Profundos a esos diarios, pero no ha renunciado explícitamente a hacerlo en un futuro. Internet se parece un poco a un planeta salvaje en el que impera la ley del más listo. Unos defienden la libertad que les proporciona y otros se quejan de que más que libertad es libertinaje. ¿Qué futuro nos aguarda? Por suerte la Red es un lugar en el que pequeñas, pequeñísimas iniciativas personales, pueden convertirse en verdaderos terremotos planetarios y quizá sea esa la más hermosa de sus grandezas.

© 2003 Ricard de la Casa

Ricard de la Casa fue uno de los editores de la revista BEM. Le gusta escribir y ha publicado novelas, relatos, artículos y reseñas en diversos medios y paises. Ricard mantiene una sede web personal, si desea visitarla puede hacerlo pinchando aquí

Acerca de Interface Grupo Editor

Editamos en papel 75 números de la revista BEM entre 1990 y 2000 y desde 2003 hasta 2012 mantuvimos el portal BEM on Line. Tras múltiples problemas de software, decidimos traspasar a este blog los principales textos publicados en esos años. Interface Grupo Editor está compuesto por Ricard de la Casa, Pedro Jorge Romero, José Luis González y Joan Manel Ortiz.
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