Por Xavier Riesco Riquelme
Gorrión es un joven tripulante de la nave espacial Astron. Gorrión, además, acaba de pasar por una experiencia traumática que le ha despojado de sus recuerdos, exceptuando, curiosamente, los concernientes al accidente que le causó tal trauma.
Así que con los ojos de Gorrión, el lector asiste lentamente al descubrimiento de los entresijos de la sociedad de abordo, la importancia de la misión de la nave, los conflictos en el seno de la tripulación… y los múltiples engaños que rodean la existencia de un técnico de bajo grado llamado Gorrión, pero que quizás antes tuvo otros nombres y cuya relación con la amenazadora (e inspiradora) figura del Capitán es parte de un misterio que dura generaciones. Aparte, claro de los intentos de asesinato que sufre Gorrión y que están íntimamente ligados (o eso parece) a su papel en la nave.
La Astron está llena, casi literalmente, de ecos que resuenan en habitaciones vacías, de secretos por desvelar y de conspiraciones que duran generaciones mientras la presencia del Capitán afecta a todos y cada uno de los aspectos de la vida en la nave, mientras Gorrión se esfuerza por aferrarse a su identidad, por plantear preguntas que ni sus amigos quieren responder, por entender la naturaleza de una nave decrépita y que pese tener encomendada una misión de exploración parece más volcada en su interior que en el universo que la rodea… posiblemente por buenas razones. Así los mitos acuñados durante generaciones de viaje se entremezclan con representaciones de Shakespeare y la percepción de un cosmos lúgubremente vacío o sorprendentemente lleno, según las posiciones ideológicas de unos y otros (todo un comentario sobre la validez de proyectos como el SETI), y en última instancia, la novela relata un duelo de personalidades, como ya dije en otro lado, entre el grumetesco Gorrión (que puede o no responder a más nombres de lo que el mismo cree) y el melvilliano e inmortal Capitán en su obsesiva búsqueda infinita, un enfrentamiento en el que lo que está en juego pude que no sea el descubrimiento de vida en el universo, sino la supervivencia de la especie humana.
La novela tiene magníficos detalles, una gran cantidad de secretos y falsedades que desvelar y plantea sus premisas con fuerza, desde el principio hasta el agridulce final.
Una excelente lectura.
(c) 2008 Xavier Riesco Riquelme
La oscuridad más allá de las estrellas, de Frank M. Robinson (The Dark Beyond the Stars; 1991). Libros del Atril, col. Ómicron. Barcelona, mayo de 2007. Traducción de Xavier Riesco. ISBN. 978-84-96575-56-1. 442 pgs. 22 euros
Texto de la contraportada
Gorrión despierta en una cama del hospital de una nave. Todo lo que puede recordar es la misión pasada, en la que ha resultado herido. No sabe quién es ni lo sucedido antes del calamitoso aterrizaje planetario. No recuerda a la gente que le rodea, ni sus nombres, ni lo que significan. Con el tiempo, parece que todo se aclara: Gorrión tiene diecisiete años, la nave es la Astron, una nave interestelar que lleva dos mil años en el espacio buscando otra vida en la galaxia. De fracaso en fracaso, la Astron se entrenta ahora a una dura decisión: ¿debe cruzar una enorme extensión de espacio conocida como la Oscuridad? Es un espacio vacío y el recorrido llevarà un centenar de generaciones. El capitán de la nave es un inmortal, el mismo capitán que comenzó el viaje, gracias a un tratamiento de longevidad que lo ha mantenido joven. El capitán insiste en atravesar la Oscuridad, la tripulación duda… Con todo lo hecho no siempre son exactamente lo que parecen.