Resulta sorprendente, pero salvando los estupendos artículos de Toni Segarra sobre artistas ya consagrados (El futuro cumple medio siglo, El vagabundo de la ciencia ficción…) en la seccion Scratch! todavía no hemos mencionado a ningún autor español del panorama actual. Y no será por falta de candidatos, desde luego. Sin hurgar demasiado en la memoria me vienen a la mente nombres del calibre de Vicente Segrelles (El Mercenario), Daniel Torres (Roco Vargas) o Sergio Aragonés (Groo) que llevan muchos años en el candelero internacional.
En esta ocasión vamos a romper moldes y dar un salto hacia delante. El presente artículo pretende ponerse al día centrándose en dos creadores autóctonos y a la vez jóvenes. Se trata de los creadores de una colección de cómics muy reciente, casi de rabiosa actualidad, no en vano el primer tomo de la serie tan sólo data del año 2001. Por supuesto me estoy refiriendo al fenómeno Blacksad. Una obra que cuenta con tres álbumes publicados hasta la fecha, aparte de un “Cómo se hizo…” y alguna edición de coleccionista, amén de un par de historietas cortas de sólo un par de páginas. Y todo ello repleto de premios nacionales e internacionales.
En efecto, los autores de esta obra tan notable son dos jóvenes españoles. Como guionista y creador del personaje tenemos a Juan Díaz Canales (Madrid, 1972), director artístico de su propia empresa (Tridente Animation) y también dibujante. Pero en la presente obra el responsable de la parte gráfica es Juanjo Guarnido (Salobreña, Granada, 1967), ilustrador que ha pasado por Forum ilustrando personajes Marvel hasta recalar en Disney París. Ambos se conocieron hace años trabajando en el estudio madrileño de animación Lápiz Azul. Allí Juan Díaz Canales ya tenía escrito y dibujado en blanco y negro un primer guión de “Un lugar entre las sombras”, la primera aventura del detective John Blacksad. Una gran amistad y la afición de ambos por el cómic les llevó a colaborar en el ambicioso proyecto de convertir Blacksad en un álbum de mayores dimensiones, desarrollando más y mejor todos los personajes de la historia, convirtiéndolos en unos subyugantes animales antropomorfos. Y tras varios años de trabajo surgió un álbum completo.
El primer volumen de Blacksad, titulado «Un lugar entre las sombras» como en el guión original, contaba con 48 páginas y fue editado por Dargaud en Francia el mes de octubre de 2000. Apenas un mes más tarde Norma lo publicaría en España y sería tal su éxito que recibiría el Premio a la Mejor Obra Nacional y al Autor Revelación en el XIX Salón del Comic de Barcelona. Y eso sólo en nuestro país. En todos los salones y festivales de cómic de Europa fue dejando huella a la vez que arrancando distinciones.
¿Cuál es el secreto de un éxito tan inmediato y arrollador? El guión, sin ser malo, no presenta novedad alguna digna de tener en cuenta, suena a historia archiconocida. Se trata de un episodio (el primero de una serie a tenor del resto de volúmenes que conforman la obra) dentro del más puro género negro, ambientado en los Estados Unidos de los años cincuenta, repleto de arquetipos y con un desarrollo lineal que abunda en los clichés más manidos. Si bien es cierto que bien contada y amena, nos encontramos ante una historia policíaca sin giros ni sorpresas, sin ideas originales en su desarrollo. Un típico relato de detectives como tantos otros.
Pero la parte gráfica sí que resulta de lo más espectacular. Juanjo Guarnido se forjó en la llamada “generación Forum”, junto a gente como Salvador Larroca o Carlos Pacheco. Pero al revés que éstos, él no dio el salto a Marvel. Tras aprender el oficio de animador en el estudio madrileño Lápiz Azul, colaborando en proyectos para Tintín o La Pantera Rosa, acabó trabajando para Disney París. Allí comenzó a realizar <i<layouts y storyboards para películas como <i y El Jorobado de Notre-Dame entre otras. Todo ello, de alguna forma, queda reflejado en el cómic de Blacksad y le confiere un aspecto cautivador, casi cinematográfico. Es como visionar un film de la Disney, pero mucho más adulto y real.
Hasta la fecha los tres tomos editados de las aventuras del detective John Blacksad son historias autoconclusivas. En ellas aparece el protagonista, un típico detective privado con las facciones de un gato negro y que resulta un trasunto de Phillip Marlowe, gabardina incluida. Los guiones son muy directos, sin grandes florituras pero manteniendo el ritmo en todo momento. Crímenes, corrupción, sexo y violencia por un tubo, sin concesiones. Que los personajes sean animales antropomorfos, dentro de un cuidado dibujo muy en la línea del mejor Walt Disney, sin duda es un buen reclamo. Según <b lo que se pretende con ello es buscar una similitud con las fábulas y la mitología, hacer que al primer golpe de vista el lector ya sepa cómo es cada personaje. Un gato siempre será ágil, un perro leal, una rata traidora… Interesante mensaje, pero sin duda lo más sorprendente es que los lectores tenemos la impresión de hallarnos ante el reverso de los dibujos edulcorados de la Disney. Y sin la bobaliconería marca de la casa.
Por orden de aparición, el primer volumen de Blacksad se titula “Un lugar entre las sombras” y ya en su primera página nos presenta al personaje reconociendo el cadáver de una estrella amiga suya, todo ello narrado de una forma cinematográfica y terriblemente expositiva. Conviene resaltar que otro de los puntos clave en el dibujo de Juanjo Garnido es el color, sin duda extraordinario en todos sus matices. Resulta una auténtica borrachera para los sentidos, al igual que la minuciosidad con la que se construye cada viñeta, ambientándola e iluminándola de manera impecable.
Igualmente se nota que Juanjo Garnido proviene del mundo de la animación. Los planos y contraplanos son soberbios, nada tienen que envidiar a un buen film policíaco y el lector se zambuye en la historia casi como si estuviera visionando una película interpretada por Bogart, Robinson o Cagney. A ello también ayuda un sólido guión que, aunque en exceso convencional en su desarrollo, cuenta con unos diálogos bien diseñados y una fluidez narrativa que impelen a leer con verdadera fruición hasta llegar al final. Sin duda “Un lugar entre las sombras” es un debut apabullante que deja con ganas de más historias, como lo muestra la gran cantidad de premios obtenidos por la obra.
El segundo tomo de Blacksad se titula “Arctic-Nation” , fue publicado en mayo del 2003 y cuenta con 56 páginas. En esta ocasión el personaje cambia de escenario y se enfrenta al racismo en una pequeña barriada. El jefe de policía Karup es un oso polar blanco y al parecer está implicado en la desaparición de una niña negra a la que Blacksad está buscando. De nuevo detalles interesantes, como la forma de copo de nieve haciendo de enseña en las filas racistas, una organización tipo Ku-Klux-Klan. El guión sigue sin ser original y se presta a todo tipo de convencionalismos. Al leer tenemos la impresión de que “ya hemos visto esa película”, pero su dinamismo y los extraordinarios dibujos nos enganchan de nuevo.
En diciembre de 2005 aparece el tercer tomo de la serie, “Alma Roja”, también de 56 páginas. Aquí la historia gira hacia el desarrollo de la energía atómica y la carrera nuclear, con todo un mundo de intereses, espionaje y corruptelas que la envuelven. Como siempre, la ambientación resulta soberbia. El protagonista, en horas bajas, está trabajando como guardaespaldas cuando la irrupción de un viejo profesor y conocido suyo le hará sumergirse en una intriga política de alcance internacional. Aunque también conocerá a la bella escritora Alma Mayer. Última aventura hasta el momento, si bien ya no posee el halo a novedad de los anteriores episodios continúa destilando la magia suficiente para hacernos pasar un buen rato. Prueba de ello es que ya existe en el mercado una edición para coleccionistas con 40 páginas extra añadidas, repletas con fichas de los personajes, entrevistas a los autores y detalles inéditos del making of.
Y por si fuera poco, también se ha publicado una edición de lujo con formato especial y el aliciente de una lámina numerada y firmada por los propios autores. Si además añadimos para los muy fanáticos que también existe un tomo titulado “Cómo se hizo Blacksad”, sin duda empezaremos a entender que nos hallamos ante todo un fenómeno mediático.
Sea como fuere, según aseguran sus creadores, ya existen varios guiones escritos hasta llegar al número cinco de la serie. Después de ello sólo el tiempo dirá hacia dónde se dirige Blacksad. De momento ya ha sido publicado con éxito en todo el mundo, incluso en Estados Unidos. A pesar de contar con un guión excesivamente clásico, sin duda su dibujo y su propio estilo hacen de Blacksad uno de los cómics más frescos y originales realizados en los últimos tiempos.
¡Si Walt Disney levantara la cabeza!
© Joan Antoni Fernàndez, diciembre de 2007.
Joan Antoni Fernández nació en Barcelona el año 1957 y actualmente vive en Argentona. Escritor desde su más tierna infancia ha ido pasando desde ensuciar paredes hasta pergeñar novelas en una progresión ascendente que parece no tener fin. Ha sido ganador de premios fallidos como el ASCII o el Terra Ignota, que fenecieron sin que el pobre hombre viera un duro. Inasequible al desaliento, ha quedado finalista de premios como UPC, Alberto Magno, Espiral, El Melocotón Mecánico y Manuel de Pedrolo entre otros. Ha publicado relatos y artículos en Ciberpaís, Nexus, A Quien Corresponda, La Plaga, Maelström, Valis, Dark Star, Pulp Magazine, Nitecuento y Gigamesh, así como en la web NGC y en BEM on Line. Que la mayoría de estas publicaciones hayan cerrado es una simple coincidencia… según su abogado. También es colaborador habitual en todo tipo de antologías, aunque sean de Star Trek. Hasta la fecha ha publicado cuatro libros: Reflejo en el agua, Policía Sideral, Vacío Imperfecto y Esencia divina, este último aparece estos días de la mano de Espiral. Ha ganado el premio de relatos en catalán Manuel de Pedrolo.