THE ALTERATION, de Kingsley Amis

THE ALTERATION

en 1976 un cantor no quería ser castrado

de Kingsley Amis

Existen otras ucronías isabelinas en la línea de Pavana, la primera The Alteration, de Kingsley Amis, que a menudo se compara  la de Roberts, aunque la historia bascula para ella en un tiempo anterior y su estilo no es distante y frío como el de aquélla, sino vehemente y apasionado: si Amis se rebeló contra la vida académica en Jim el Afortunado, aquí lo hace con no menos ardor contra una imaginada tiranía religiosa en Inglaterra, en una obra dramática en la que se implica de lleno.

Sir Kingsley Amis (1922-1995), ennoblecido por la reina Isabel II a pesar de privar del trono a Isabel I, fue un erudito que estudió en Oxford y formó parte del claustro de profesores en Cambridge. Es conocido entre nosotros por sus obras de sátira social, como la deliciosa El hombre verde, y por su ensayo El universo de la ciencia ficción, ambos traducidos.

alteracion-1La alteración debe su nombre a la alteración traumática que amenaza a su protagonista, el cantor de coro de iglesia Hubert Anvil, candidato a castratoen el último cuarto del siglo XX. Tuvo su origen en una grabación que escuchó Amis de la voz del último castrato que hubo en la realidad, Alessandro Moreschi, le pareció  repugnante ese modo de sacrificar la sexualidad al arte. La  cubierta de la edición en rústica del libro se ilustra con la vidriera de una catedral en la que se representan los atributos de la virilidad masculina, un pene y dos testículos. Se publicó en 1976, ganó el John W. Campbell Memorial Award en 1977 y, en los más de treinta años transcurridos, no ha hecho sino subir peldaños en la escala de su estimación.

Es un mundo coral, con una música más rica:  Beethoven no compuso nueve sinfonías, sino veinte, porque vivió ocho años más, los mismos que Mozart, que compuso un segundo Requiem (K 837), «su mejor obra», y Purcell escribió asimismo una segunda ópera, Majorian. Son guiños cultos al lector del mundo de hoy, dejados caer como descuidos, que van desvelando ese otro mundo. No son sólo musicales, fue Thomas Kid quien escribió Hamlet y la  Capilla Sixtina está decorada con una Creación de Tiepolo. Fue Shelley quien incendió en 1853 la residencia papal de Castelgandolfo, muriendo en el empeño. Pero sería un error no superar este nivel de lectura, entendiendo la obra nada más que como un divertimento brillante o una historia ocurrente.

Sus contrafactuales de partida son dos. Uno, que hubo un ucrónico rey Arturo Tudor, hijo de Enrique VII, que casó con Catalina de Aragón, y su hijo Esteban II heredó el trono de Inglaterra. Cuando su tío Enrique de York, «Enrique el Abominable», intentó arrebatárselo, el Papa proclamó una cruzada y la «Santa Victoria» repuso a Esteban en sus derechos, iniciándose así el dominio de Roma sobre las islas. Obviamente, no hubo una Isabel I.

alteracion-2Otro, que no se dio la Reforma Protestante, con un Martín Lutero que ascendió al solio pontificio como Germánico I, al igual que después lo haría Tomás Moro como Adriano VII. El alemán persiguió a los judíos y los obligó a identificarse llevando una estrella amarilla sobre sus ropas. Protestantes, de origen angloholandés, apenas si los hay en Nueva Amsterdam, la Nueva York alternativa, capital de la República de Nueva Inglaterra, un reducto de libertad cuyo jefe religioso es el Archipresbítero de Arnoldstown. El componente holandés se asemeja al de nuestra primera Nueva Inglaterra y los indios se asemejan igualmente a los reales, han abandonado su vida seminómada para hacerse granjeros o convertirse en proletarios.

En este 1976 el régimen inglés no es tan duro como el dePavana, aunque tanto England como Western England -Inglaterra e Irlanda- están administradas por una Convocatoria que depende de la curia romana: la Casa de la Convocatoria, remedo del Parlamento, altera el conocido paisaje urbano de Londres. En el Santo Oficio no han faltado Monseñor Henricus ni Monseñor Laurentius, Himmler y Beria al servicio de la causa de Dios.

alteracion-3Todo se menciona de pasada. Al funeral de Esteban III, el último rey de Inglaterra -seguimos en 1976- asisten reyes como los de Lituania o Nápoles, lo que da a entender que en la Europa cristiana existe la unidad religiosa pero está políticamente fragmentada; la unión de Italia, por ejemplo,  no ha tenido lugar y subsisten los Estados Pontificios. Por otras alusiones se conoce que Francia tiene también un rey y Alemania un emperador que rige un estado de naciones de extensión ignorada. Existen igualmente reyes en Portugal y España, éste con corte en Barcelona, y virreyes en Brasil, Nueva España y la India: a finales del siglo XX perviven el colonialismo y el imperialismo. Inglaterra derrotó a Francia en la guerra de 1815, por lo que Indochina es inglesa. Japón se ha convertido al cristianismo y ha levantado una espléndida catedral en Nagasaki.

alteracion-4La Iglesia Católica, que es la única cristiana que hay, vive enfrentada al Imperio Otomano, que ha unificado el Islam en un solo sultanato-califato como en su período de mayor esplendor con Solimán el Magnífico, y que se ha extendido hasta Bruselas. Se puede peregrinar a la tumba de Santiago en Compostela o a la de santo Tomás Becket en Canterbury, por ejemplo, pero no fue posible visitar Tierra Santa hasta 1968, el año de la apertura, parece ser que después de la victoria de Roma en una guerra, pues se mencionan tropas de ocupación en Turquía.

En lo que a la técnica se refiere, es algo superior a la de Pavana: se conoce el motor de explosión y existen ingenios voladores que alcanzan los 300 kilómetros por hora, más unos larguísimos trenes que circulan a escasa velocidad, aunque existe un directo Londres-Roma más rápido que cruza el canal de la Mancha por un puente. En Inglaterra se ha implantado el sistema métrico decimal…, aunque seguimos descendiendo de Adán y Eva y no del mono. Tampoco hay luz eléctrica, que está  prohibida -la ciencia no deja de ser una cosa «sucia»-, ni se ha conseguido la curación de demasiadas enfermedades. La novela retrata un mundo clasista en que el hombre ha avanzado algo más en el plano material que en la seudomedieval Pavana, por comparar de nuevo las dos ucronías: La alteración tiene un toque de steampunk.

Personajes de ficción en nuestro mundo desempeñan un papel real en éste, como es el caso del James Bond tan caro al autor –  que dedicó todo un ensayo al agente 007- y detalles como éste proporcionan a la obra un marcado aire cientificticio, lo que no deja de ser una novedad, pues a Amis le interesaba más la sátira social que la ciencia ficción al uso: de hecho ésta es su única novela del género.

Otros cameos son los del interventor general del Vaticano, conde Paolo Maseratti, el del director del periódico Observator Romanus -naturalmente en latín-, que es el cardenal Berlinguer, y el del jesuita Monseñor Jean-Paul Sartre.

Y aún resta una figura apocalíptica, la del papa Juan XXIV, inglés, conservador y maquiavélica cabeza de una Iglesia Romana que se opone al control de la natalidad, aunque posee armas bacteriológicas que parece que utiliza en la guerra contra los otomaos y resuelve el problema de la superpoblación de Europa.

El último guiño al lector, del más fino humor británico, es la existencia en ese mundo de la science fiction, que no se abrevia a SF sino a CW, pues se conoce como counterfeit worlds, al igual que las ucronías se llaman TR, de time romances. Encerrados en sus dormitorios, los cantores leen a escondidas estos libros prohibidos, entre ellos un distinto El hombre en el alto castillo, de Philip K. Dick.

«-Léenos alguna cosa -dijo Hubert.
-Piensa en lo que haces -dijo Mark.
Decuman cerró lentamente los puños y miró fijamente a Mark.
-Puedes quedarte como hasta ahora y escuchar, o puedes fingir que duermes, pero escucharás. Lee, Tom. (…)
El hombre en el alto castillo es un TR. Existe desde hace tiempo la libertad de inventar. La enfermedad está casi vencida: ninguna persona muere de tuberculosis o de peste. Los desiertos se han vuelto fértiles. A los inventores se les llama sabios y han descubiero la electricidad.»
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No es raro que un ucronista cite a otro en su novela, al propio Amis lo cita el que fuera su amigo Harry Harrison enA Transatlantic Tunnel, Hurrah!, donde aparecen lord Amis y el reverendo Aldiss. Y la ucronía dentro de la ucronía es una constante del género, pero los mundos ucrónicos de The Alteration sólo se asemejan al nuestro, no son el mismo. En el más importante de ellos  Esteban II no nació y Enrique VIII fue el legítimo rey de Inglaterra, aunque tampoco hubo Isabel I porque le sucedió su ucrónico hijo  Enrique IX: cada pasado distinto da lugar a un presente diferente. Amis riza el rizo de la ironía con el Galliard de Keith Roberts, la Pavana de CW de esa línea temporal, donde existe la electricidad.

El joven Hubert conoce al embajador de Nueva Inglaterra, Cornelius van den Haag, quedándose maravillado de lo que le cuenta de su país. Además, cuando acude a su casa a cantar, conoce a su hija, experimentando sus primeros impulsos sexuales. Entonces, a pesar de que en Roma le espera un futuro prometedor como cantor con el Papa -no faltan las escenas romanas de clérigos eunucos-, decide huir a América, tomando pasaje en una aeronave. Es perseguido y del resultado de la persecución depende que conserve o no sus testículos.


© 2009 Augusto Uribe y Alfred Ahlmann

Amis, Kingsley. The Alteration, Jonathan Cape, 1976, 208 pp.

 

uribe01Augusto Uribe es doctor en una ingeniería, periodista y tiene otros estudios; ya jubilado, es presidente de una sociedad de estudios financieros. Ha ganado varios premios Ignotus y ha publicado en libros y revistas como el antiguo BEM o Nueva Dimensión, que lo tuvo por su primer colaborador.

 

 

 

alfredahlmannAlfred Ahlmann, director de la misión arqueológica española en Turquía, es doctor en Historia, profesor universitario en España e imparte clases en algunas universidades extranjeras: domina varias lenguas. Además de numerosos trabajos profesionales, ha publicado también artículos del género.

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Editamos en papel 75 números de la revista BEM entre 1990 y 2000 y desde 2003 hasta 2012 mantuvimos el portal BEM on Line. Tras múltiples problemas de software, decidimos traspasar a este blog los principales textos publicados en esos años. Interface Grupo Editor está compuesto por Ricard de la Casa, Pedro Jorge Romero, José Luis González y Joan Manel Ortiz.
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