GLORIANA, LA REINA INSATISFECHA, por Michael Moorcock

Un cuento de hadas perverso

En la Biblioteca de Londres, que clasifica cortésmente las ucronías como «historias imaginarias», existe un apartado de ucronías isabelinas que no todas parten del triunfo de la Armada Invencible ni del asesinato de Isabel I de Inglaterra y tal es Gloriana. The Unfulfill’d Queen (Gloriana. La reina insatisfecha), la novela, espléndida en su estilo, que en 1978 publicó el inglés Michael Moorcock, siempre más fantástico que cientificticio, con su primera fuente de inspiración en sus acreedores: es fama que fue capaz de escribir una novela en tres días para atender al pago de una factura. No es éste el caso de Gloriana, una fábula sexual laica y cuento de hadas perverso que no es propiamente una historia alternativa sino un universo paralelo en el que Gloriana no termina de ser Isabel, Albión Inglaterra ni Londres el que conocemos, sino otro que está ubicado en un mundo de fantasía que se asemeja al imaginado por algunos soñadores del siglo XVI, a veces en sueños de pesadilla.

 

Se podrían aplicar a Gloriana  varias de las consideraciones que hizo Kingsley gloriana-1Amis al Cuerno de cazade Sarban: «Lo fantástico hace un llamamiento a los instintos más profundos y más negros como no lo hace la ciencia ficción. Lo fantástico es reaccionario y pesimista y considera al hombre como el juguete corrompido y desesperado de influencias ciegas y erráticas. Mas de vez en cuando aparece una obra del fantástico escrita con tanta competencia y tanta energía que nos hace revisar nuestros prejuicios».

Reconoce el autor una deuda de caballerosidad e imperio con La reina de las hadas de Edmund Spenser -de cuya protagonista  toma su nombre Gloriana-, pero su gran deuda es la que contrae con el Titus Groan de Mervyn Peake -a quien está dedicado el libro- en su castillo de Gormenghast, ese castillo en ruinas en medio de Londres que, en palabras de David Pringle, «parece elevarse en un mundo que está en alguna parte fuera de nuestro espacio y nuestro tiempo».

La arquitectura del castillo de Gloriana, con sus detalladas y alegóricas descripciones, rinde homenaje a la similar construcción del ciclo de Gormenghast. Ese inmenso y laberíntico castillo, el hogar que la reina heredó de su padre demente, es el escenario de la mayor parte de las complejas intrigas del relato, de tal forma que adquiere un protagonismo que rivaliza con ventaja con el de los moradores que lo habitan.

«El palacio es tan grande como una ciudad mediana, ya que en el curso  de los siglos sus dependencias, sus pabellones, sus alojamientos para los huéspedes, las mansiones de los señores y las damas de honor han sido unidos por caminos, caminos cubiertos uno tras otro por un techo, de modo que en él encontramos pasillos dentro de pasillos, como conductos en un túnel, casas dentro de salones, salones dentro de castillos, castillos dentro de cavernas artificiales, y todo de nuevo cubierto por un techo de tejas de oro, plata y platino, mármol y nácar, así que el palacio se abraza con mil colores a la luz del sol y se irisa a la de la luna. La masa ondulante de sus muros y tejados parece soportada por majestuosas flotas de las que emergen torres y minaretes como los mástiles y los cascos de navíos que se hunden.»

Esta antigua estructura, esencia de todos los palacios, es la creación más extravagante de toda la obra. Sus subterráneos encierran mazmorras y harenes y sus muros ocultan todos los vicios, que atisban mirones que son como ratas. Y en él languidece la «reina insatisfecha», atormentada por una terrible necesidad sexual simbólica, conseguir su primer orgasmo.

gloriana-2Tras la muerte del rey loco Hern, el ascenso al trono de Gloriana inicia una nueva edad de oro, de paz y prosperidad sin precedentes. Hermosa, poderosa y venerada, reina sobre un vasto imperio que llega de Asia a Ultramar, donde se extiende sobre una América que se llama  Virginia. La reina parece feliz y la corte vive al ritmo de Su Graciosa Majestad, pero bajo este dorado barniz hay una soberana agobiada por la carga de su deber, que lucha desesperadamente por librarse de todas las maneras posibles de la depravación. Sin ella saberlo, esta situación la mantiene su canciller, lord Montfalcon, por el terror y la opresión.

Montfalcon, que ya sirvió al violento tirano Hern, la ha preparado desde el momento mismo de su nacimiento para ser la antítesis de su padre. Gloriana representa para él todas las cosas buenas y puras que hay en el mundo, el faro brillante de su virtud bendice todo lo que alumbra. Mas por detrás de Gloriana, Montfalcon usa de secretos medios inmorales para salvaguardar la seguridad de Albión, lo que incluye la utilización de una red de espías y asesinos a sueldo, agentes sin escrúpulos de los que el más peligroso es el siniestro capitán Quire, aunque oculta todo esto a Gloriana porque piensa que, de conocer el mal que hay en el mundo, se oscurecería el brillo de su luz y llevaría a la pérdida de la gracia a Albión.

El Gran Califa desea casarse con Gloriana para que los reinos unidos de Arabia y Albión le proporcionen la fuerza necesaria para aplastar de una vez por todas a sus enemigos de siempre, los tártaros, y para alcanzarlo ha de lograr antes que sus súbditos vean a su reina débil, que sus nobles pierdan la fe en su omnipotencia. La Corte ha de aparecer corrupta, Montfalcon tiene que caer en desgracia a los ojos de la reina, que sólo le escucha a él y al Consejo; sus miembros tienen que ser sobornados o culpados de crímenes como el asesinato; la dama más cercana a la reina, Una, condesa de Scaith, tiene que ser removida de la confianza real. Y para conseguirlo hay que utilizarlo todo, rivalidades, sospechas, contramedidas, todo. Y Quire entra en la conspiración que conducirá a Albión a la guerra:

«-¿Me sigues?
-Naturalmente, pero no estoy seguro de si debería hacerlo.
-Puedes hacerlo. Nadie más, Quire.» 

En esta narración de fantasy sexual, aderezada con trazos de una sicología anormal, Gloriana pasa noches febriles acosada por deseos sexuales que no puede satisfacer y, cuando Quire se siente ofendido, el príncipe de la vida pretende vengarse seduciendo a la frustrada reina de la virtud, desencadenando una acción cuyas consecuencias sufrirá toda Albión.

gloriana-3Tristemente, el carácter de Gloriana no es suficiente para la tarea: para decirlo sin rodeos, no es lo bastante inteligente. La Isabel de nuestro continuum, que no contó con la ayuda de nadie para establecer la edad de oro que lleva su nombre, fue en todos los aspectos más lista, astuta y políticamente sabia. Lo mejor que puede decirse de Gloriana, por contra, es que es superhermosa.

Pasa sus días murmurando de sus criados, sus consejeros, sus cortesanos, ¿los huéspedes de sus serrallos? y los embajadores extranjeros. Su ambición más profunda sería vivir en un mundo de pleitesías ininterrumpidas, donde nadie es desgraciado, todos son siempre corteses los unos para con los otros y cualquier disputa se resuelve de un modo placentero. Al final del libro, Montfalcon torna a Gloriana, a la que ve irremediablemente manchada por el conocimiento que ha adquirido de la fealdad del mundo.

La novela, que ganó el World Fantasy Award, el prestigioso Mundial de Fantasía, así como el British Fantasy y el John W. Campbell, es la historia de una decadencia fantástica que, a más de ser un éxito en sí misma, sirve como clave de interpretación de una mitología personal de Moorcock, a modo de resumen de las  muchas novelas que ya para entonces había escrito, dejando limpia la mesa de trabajo para preparar futuros libros.

Deja limpia la mesa porque se quita de encima a los personajes de los que le quedaba algo por decir, nuestros conocidos Elric de Melniboné, el guerrero albino de espada y brujería de sus primeras novelas, y Jerry Cornelius, el antihéroe estrafalario de un mundo en decadencia, más los no traducidos Bailarines del Fin del Tiempo que son Mr. Jherek Carnelian,  procedente de la Tierra que se aproxima a su extinción, y la mujer de la que se ha enamorado, Mrs. Amelia Underwood, una mentalidad victoriana arrebatada a su siglo XIX, con los bailes de disfraces en que se puede cambiar de cuerpo y hasta de sexo y el zoológico que incluye ejemplares humanos de otras eras.

moorcock

Michael Moorcock

Moorcock se ocupa explícitamente de dos temas clásicos en la fantasía británica, el retrato de los excesos del imperialismo y la crítica de la virtud de las damas y los caballeros en una Inglaterra isabelina fantaseada y erotizada, no tocada por el cristianismo, en la que el mundo del Renacimiento ha cambiado.

Las costumbres y las técnicas de la sociedad son isabelinas, pero no es una novela de historia alternativa en el sentido estricto del término: no hay un punto determinado en que la historia de Albión diverja de la de Inglaterra, pues no parece que quepa tomar por tal que, casi tres mil años atrás, arribaran a las costas inglesas unos supervivientes de la guerra de Troya, lo que no es una rara invención de Moorcock. Godofredo de Mommouth, en su Historia Regum Britaniae, se refiere a Inglaterra como Loegria, nombre que le habría dado el rey Locrinus, hijo primogénito de Bruto de Troya.

Se diría que Gloriana es la protagonista ausente. En ocasiones parece como si Moorcock pretendiera mofarse de quienes han escrito una biografía «auténtica» de Isabel.

© 2011 Augusto Uribe y Alfred Ahlmann

Moorcock, MichaelGloriana. The Unfulfill’d Queen, Allison&Busby, Londres, 1978, hardcover, 348 pp. Hay eds. inglesas y americanas en paperback como Gloriana, or the Unfulfill’d Queen. Existe una edición española por parte de Ediciones Marlow.

uribe01Augusto Uribe es doctor en una ingeniería, periodista y tiene otros estudios; ya jubilado, es presidente de una sociedad de estudios financieros. Ha ganado varios premios Ignotus y ha publicado en libros y revistas como el antiguo BEM o Nueva Dimensión, que lo tuvo por su primer colaborador.

alfredahlmannAlfred Ahlmann, director de la misión arqueológica española en Turquía, es doctor en Historia, profesor universitario en España e imparte clases en algunas universidades extranjeras: domina varias lenguas. Además de numerosos trabajos profesionales, ha publicado también artículos del género.

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