ACCELERANDO, de Charles Stross

por Xavier Riesco Riquelme

Stross es un frikazo gordaco, barbudo y de pasado dungeonero (como ponen de manifiesto los artículos de la Wikipedia sobre su persona) al que adoro con toda mi alma por cosas como su serie del Escatón (Cielo de Singularidad y Amanecer de Hierro) o la genial serie The Laundry, esa deliciosamente irresistible mezcla de horror lovecraftiano, película de espías de la guerra fría (más Harry Palmer que Bond) y comedia de empollones estilo The IT Crowd Big Bang Theory. Entre sus novelas independientes (por ahora) destaco Halting State (un ciberthriller del futuro cercanísimo con orcos del World of Warcraft), Saturn’s Children (una novela sobre los pobres y desconcertados herederos robóticos de la humanidad. Y sobre damiselas en apuros también), o incluso la poco apreciada Glasshouse (Casa de Cristal: ¿en serio nadie pilló que es una versión 2.0 de El Prisionero?). Stross es capaz de combinar referencias de la cultura popular con ideas avanzadas de especulación científica, de hacer chistes sobre la inminente singularidad tecnológica con reflexiones sobre la influencia dominante de Hello Kitty (¿o era al revés?). En resumen, un tipo ingenioso y versátil, capaz de escribir sobre metafísica chunga y epistemología radical, fascinado con la economía de las sociedades futuras y las debilidades de la carne posibles en el posthumanismo.

Charles Stross

Accelerando, adecuado término musicológico, describe precisamente el ritmo acelerado del crecimiento tecnológico humano, la capacidad de procesamiento computacional que aumenta exponencialmente en el planeta y plazas aledañas, a través de lo que resulta ser una complicada  historia familiar, configurada no sólo por los avatares de las fuerzas económicas e ideológicas,  revoluciones tecnológicas y migraciones fuera del planeta, sino además por los odios, desencuentros y reencuentros de los miembros de esa privilegiada familia de actores y espectadores de cambios no sólo en la humanidad, sino en el mismo concepto de lo humano.

En un principio tenemos como punto focal al brillante Manfred Macx, un emprendedor algámico que como si fuera un asesino en serie, va eligiendo víctimas a las que hacer ricas con sus ideas, semi-altruistamente, ya que vive, literalmente, de su crédito como persona participativa. A Manfred se le van sumando personajes como su amante y dominatrix (agente del fisco, que se convertirá en esposa, exesposa, arpía y némesis), otra amante y compañera, una hija inalcanzable, amigos, socios, camaradas políticos, enemigos políticos, sociedades transhumanas, IAs con mala leche, un grupo de langostas y su gato. No olvidemos al gato.

La narración, divida en secciones separadas, abandona a Macx para seguir a su precoz hija y a otros personajes sin que la verdadera naturaleza episódica de esta obra parezca importante: la labor de edición o la habilidad de Stross hacen que Accelerando se lea como un todo de principio a fin, y que sea tanto una crónica generacional como una brillante especulación salvaje sobre algunas ideas brillantes del género, empezando desde un entorno cercano y reconocible y acabando en un futuro completamente alienígena. Y ahí está uno de los principales elementos de la obra: si la tecnología avanza exponencialmente, los cambios se acumularán de forma tan brutal que una década apenas tendrá nada que ver con la anterior, la distancia generacional se transforma en un abismo en vez de una simple brecha e incluso las inteligencia humanas aumentadas no tendrán nada que hacer contra sistemas pensantes avanzados.

Stross explora múltiples conceptos, como el advenimiento del capitalismo 2.0 de mano de IAs, un viaje interestelar de contacto en una nave del tamaño de una lata de coca-cola (enviar primates enlatados es antieconómico, es mejor enviar personalidades descargadas), el papel de las estafas piramidales en la ecología galáctica, el desmantelamiento del sistema solar sólo para tener más materia computacional (computronio), el forzado exilio de la humanidad y muchísimas cosas más. En todo lo anterior hay conceptos de Greg Egan o de Vernon Vinge, pero Stross los hilvana de manera brillante y añade su propio sesgo.

Y al final, tras reencarnaciones, transmutaciones y reconfiguraciones, los personajes de Stross vuelven a reunirse en un futuro, increíblemente distante subjetivamente pero no tanto cronológicamente (véase la fecha de la última sección), para poner en orden los asuntos de familia. Empezando por el gato, que es el primero en generar follones.

© 2012 Xavier Riesco Riquelme para BEM on Line

Accelerando, de Charles Stross (Accelerando; 2005).  Ediciones Bibliópolis, col. Bibliópolis Fantástica nº 68. Madrid, noviembre de 2011. Traducción Carlos Pavón. Portada de Maciej Garbacz. ISBN. 978-84-15157-05-2. 352 pgs, 21,95 euros. 

Contraportada

Manfred Macx es un emprendedor altruista: su trabajo consiste en hacer ricos a los demás. Para ello se especializa en estar conectado al flujo de información constante que es la característica principal de la sociedad del futuro próximo, y de él extrae originales ideas que pueden cambiar el mundo, y a menudo lo hacen. Pero Macx es algo más: con sus implantes y su filosofía, está dos pasos por delante de la ola tecnológica. Y puede ver claramente que se aproxima la singularidad.

En las primeras décadas del siglo XXI, el mundo se convulsiona en la agonía de un parto superlativo: poco a poco, se acerca el momento en que la mayor parte de la capacidad de procesamiento será artificial, no nacida, y entonces la humanidad habrá quedado obsoleta.

En una era de copias cibernéticas, conectividad total, inteligencias artificiales, mentes colectivas, viajes espaciales a velocidades relativistas y la paulatina conversión del sistema solar en computronio, ¿qué puede sorprendernos ya? Sólo la llegada de una señal extraterrestre que quizá indique la ruta de acceso al nodo de red del espacio local.

Accelerando es la obra magna de Charles Stross, un tour de force en el que el futuro cercano, por mor de la aceleración tecnológica, se convierte paso a paso en el más exótico de los futuros imaginables: definitivamente, la gran novela sobre la singularidad.

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