Joan Antoni Fernàndez
Los lectores aficionados a la Ciencia Ficción estamos de enhorabuena, el Grupo Ajec continúa sacando al mercado obras de gran calidad. Hasta la fecha, con tan sólo ocho números en su haber, la colección Arrakis Ficción se ha convertido en una de las mejores muestras del género que se editan en España. Su acierto radica en combinar títulos de escritores ya consagrados con otros de autores noveles, tal vez menos conocidos pero igual de estimulantes. Muestra de ello es el nuevo libro que ahora nos ofrecen, un trabajo que roza la excelencia. Esperemos que la racha continúe y en sus futuras publicaciones Ajec sea capaz de mantener el listón en alto.
Con otros ojos es una novela del escritor y abogado Fabián Plaza Miranda. Al parecer se trata de su primera incursión en el género, pese a lo cual logra un resultado notable, incluso brillante. Se trata de un interesante trabajo, finalista del Premio Minotauro en 2010, que sabe conjugar con acierto la siempre agradecida temática de la novela negra con un estilo de buena ciencia ficción. Así, ya sea como mero relato policíaco o como historia futurista y especulativa, la narración está bien desarrollada y sabe enganchar al lector. La fluidez en la escritura y el ritmo que imprime su autor son sin duda excelentes, mostrando el dominio de un gran talento.
La historia nos presenta un mundo futuro, bien dibujado y sin fisuras. El autor sitúa la acción en el marco de una Barcelona enorme, donde ciudades limítrofes como Sabadell o Badalona se han convertido en barrios periféricos. La Humanidad entera se comunica mediante telepatía, tepé en el argot de la novela. Este prodigio científico se debe a implantes de colonias de nanobots que se realizan en el cerebro de las personas, por lo que incluso se puede controlar máquinas y ordenadores con el pensamiento. En semejante mundo perfecto, donde cualquier pensamiento criminal puede ser detectado, un infoneurólogo opuesto a la telepatía aparece muerto en su casa. Para resolver el crimen se asigna el caso a Raimón Wang, un dicaste del Mempo, o sea un policía mental capaz de rebuscar en los recuerdos de los sospechosos. La trama está servida.
No estamos ante una obra perfecta, desde luego. De hecho no existen las obras perfectas, siempre encontraremos algo mejorable en todo relato. Puestos a ser puritanos, sin duda el tema del crimen en un mundo dominado por la telepatía, eje central en la historia, se halla infinitamente mejor desarrollado en esa gran novela de Alfred Bester, El hombre demolido. La trama policial no resulta un prodigio de originalidad y cae en el pecado de esconder pistas al lector para intentar la sorpresa final, un final que recurre al consabido truco de la pirueta con solución doble. De igual modo, puede que falte profundidad en la psicología de los personajes, algunos tan esquemáticos que no logran empatizar con el lector. El propio protagonista, algo parco en su desarrollo, recuerda de forma involuntaria a otros detectives de ficción. Mencionaré como ejemplo el arquetipo del Juez Dredd, cuya sombra se hace más alargada conforme avanza la trama.
Pero lo anterior no empaña la brillantez del conjunto. Sin duda uno de los puntos fuertes de Con otros ojos se encuentra en la cuidada ambientación, ese espléndido decorado por el que transitan los personajes. La Barcelona futurista que nos muestra es una gozada, un auténtico regalo que ya por sí mismo es un buen aliciente para leer el libro. Desde la excelente portada, con una fotografía de la catedral de Barcelona tras la que se perfilan las sombras fantasmagóricas y azuladas de unos edificios futuristas, todo sabe a la Ciudad Condal.
Autor: Fabián Plaza Miranda
Portada: Enric Jofre
Precio: 14,95 €
Tamaño: 23×16 Cm Páginas: 240
Isbn: 978-84-15156-37-6
Edición: Diciembre 2012
Texto de la contraportada
La telepatía se ha convertido, en el futuro, en un medio de comunicación habitual. A través de un enlace de nanobots conectados al cerebro, la gente puede transmitirse pensamientos y emociones, o incluso controlar máquinas con la mente.Raimon Wang es un dicaste del Mempo de Barcelona, un policía mental encargado de resolver asesinatos y delitos cometidos por “tepé”, telepatía. Sus investigaciones siempre pasan por registrar los recuerdos de los sospechosos en busca de pensamientos incriminatorios. Cuando es asignado para aclarar el asesinato de Constantino Vidal, un infoneurólogo opuesto al abuso de la telepatía, su vida y sus convicciones morales sufrirán sacudidas inesperadas.